.:: Crónica 4. Patrick el Patagon ::.

22 de marzo 2003, Bariloche, norte de la Patagonia

Desde Ushuaia, sigo tomando dosis masiva de naturaleza salvaje, visitando cada parque nacional argentino.

Después del Parque Nacional de Tierra del Fuego (“del fin del mundo”), fui hacia el norte hasta El Calafate para admirar los famosos glaciares de Patagonia Sur, de los cuales el impresionante Perito Moreno, considerado como la octava maravillosa del mundo (por lo menos por los argentinos). A lo contrario de los glaciares de montaña tradicionales, que pueden crecer un centímetro por año (pero en esa época turbada, todos estos infelices retroceden sin parar), el glaciar Perito Moreno crece casi 2 metros... Por día! Bueno, eso pasa solamente al centro del glaciar, ya que al lado crece “modestamente” unos 70 centímetros por día.

Eso se explica por la particularidad de los glaciares patagónicos. Primero, la latitud (50° Sur) corresponde +/- a la latitud de Paris (48,5 ° Norte), donde el clima es mucho mas templado. Pero en Patagonia, el viento helado que llega directo de Antártica encuentra solo un obstáculo en su recorrido: la cordillera. Pues, las costas atlántica y pacífica están bordeadas por una corriente de mar frió, al opuesto de Europa donde recorre el “Gulf Stream”, un corriente tropical. Desde entonces, hace mucho más frió en la Patagonia que en Europa.

Luego, la frente del glaciar, de unos 60 metros de alto y que se coloca en el fondo del lago a unos 120 metros de profundidad, se ubica apenas a 200 metros de altura, y el hielo se forma a menos de 2000 metros de altura. Las numerosas precipitaciones en invierno (viento frío y húmedo de Antártica) y las temperaturas bastante altas en Verano (latitud y altitud), acarrean una transformación rápida de la nieve en hielo, lo que explica porque el glaciar tiene tanta prisa. Lo que explica igualmente el color azul de estos glaciares, causado por la cantidad importante de oxígeno que esta encerrado en el hielo. Y el oxígeno tiene un color azul, la razón por la cual el cielo es azul también.

Hay que notar que los otros glaciares de la región no avanzan más, ya que algunos retroceden igualmente, como por ejemplo el glaciar Upsala, cuatro veces mas grande que el Perito Moreno, sea cuatro veces la superficie de Buenos Aires (Capital Federal), con una frente flotante que no se coloca en el fondo del lago. Se estima la profundidad a unos 490 metros, con una frente visible de 70 metros. ¡Upsala!... Lleva bien su nombre.

Cuando observamos el Perito Moreno desde las pasarelas justo frente al glaciar, se nota muy claro que avanza sin parar. Es un espectáculo asombroso que demuestra de repente la veracidad de la teoría de la relatividad general. Los chirridos que emite continuamente, los enormes trozos de hielo que se caen en un ruido ensordecedor te hacen perder toda noción del tiempo y del lugar.

Después de un periodo de observación de una duración indefinida, reintegramos nuestra condición de simple turista y los más intrépidos se aprestan para ir a pisar el monstruo invencible. Armados de crampones, descubrimos un mundo paralelo, un universo de hielo que se materializa en los matices de blancos y de azules, los matices del frió. Acá se revela la vida interior del monstruo, apacible a las orillas, caótica e inaccesible en el centro, con unos arroyitos de agua pura que recorren el glaciar y lo atraviesan de parte en parte. Lo sentimos realmente vivir. Y nos sentimos realmente muy pequeños.

Este mini trekking de glaciar me ha dado mucha ganas probar un maxi mega trekking. Desde El Calafate, me fui entonces al Chalten, confeso con la intención de hacer una expedición de 8 días sobre “Los Hielos Continentales”. Ese océano de hielo de 350 km de largo, rodeado por las montañas, alimenta todos los glaciares de la región. El pueblo se encuentra sobre las estribaciones del Cerro Fitz Roy y sirve de campo de base para todas las expediciones en el Parque Nacional de Los Glaciares. ¡Al fin, encontré un lugar donde no se podía ir sobre Internet! Bueno, no se puede navegar ni bajar su correo pero se puede enviarlo... Parece que los argentinos ya son adictos al web.

Desgraciadamente, las condiciones climáticas me recordaron lo que era la realidad en el sur de la Patagonia: viento, viento, viento, 2°C, viento, agua nieve, viento, nubes, viento y... ¡AAaah, sí! ... Sol de vez en cuando. Lo que me permitió hacer una excursión de 10 horas en el Parque, de modo que dormí muy bien. Pero ni se podía pensar hacer una expedición sobre los Hielos Continentales con el equipo que tenía. Pues la excursión mensual en grupo ya se había ido, así que tenía que pagar el doble si quería hacerlo. Sea lo que sea, debe ser un verdadero paraíso acá en invierno...

Después de 4 días de este régimen, elegí renunciar y volví al Chalten. El día siguiente, hacía mucho calor, Grrrr... Pues, ya que el mal tiempo se había mantenido sobre toda la región durante las tres últimas semanas, opté no ir al Parque Nacional Chileno “Torres del Paine”, que al escuchar se había convertido en mar de barro. Y se dice que el tiempo es muy bueno en Bélgica...

Mi moral muy estricta me prohibida tener mas frió que mis compatriotas, así que preferí guardar el polar, las botas de trekking y las calcetines que apestan, y me fui hacia el norte hasta Bariloche, al norte de la Patagonia. Después de un viaje de 48 horas en ómnibus “4 escaras”, estoy desde hace dos días en esa famosa capital del esquí que quería visitar al principio de mi viaje. Buena noticia, acá también hay un glaciar y un Parque Nacional... Si el tiempo sigue tan bueno, voy a aprovecharlo para probar algunos deportes de río. ¿Y después, quien sabe, un trekking sobre el glaciar Tronador?

¡Hasta la próxima!

Patrick


  Galería de fotos 4 Galería de fotos 4.  
Visitante n°
Crónica n° 3. Crónica 3
Arriba

Contact : patataq at yahoo.com